martes, junio 09, 2009

LES CHORISTES


Gérard Jugnot (Clément Mathieu), François Berléand (Rachin), Kad Merad (Chabert), Jean-Paul Bonnaire (Padre Maxence), Marie Bunel (Violette Morhange), Paul Chariéras (Regente), Carole Weiss (Condesa), Philippe Du Janerand (Señor Langlois), Erick Desmarestz (Doctor Dervaux), Jean-Baptiste Maunier (Pierre).



En un prólogo, el director renombrado internacionalmente Pierre Morhange recibe la noticia de que su madre ha muerto y regresa a Francia para su funeral. Después de la ceremonia religiosa recibe la visita de Pépinot, un compañero en la escuela correccional Fond de L'Etang (literalmente, el Fondo del Estanque) a la que fueron los dos. Pépinot ha traído a Morhange el diario de Clément Mathieu, el supervisor de la escuela y maestro de coro no oficial.
Conforme Morhange comienza a leer, se produce un flashback a 1949 y la llegada de un Mathieu de mediana edad a la escuela. Resignado a abandonar su sueño de componer música, es optimista respecto a su nuevo trabajo a pesar de la actitud de su predecesor, quien no oculta su alivio al abandonar el puesto. Antes de su marcha, advierte a Mathieu sobre algunos de los estudiantes más revoltosos, incluyendo a Le Querrec, cuya trampa hirió gravemente a Maxence, el anterior anciano guardián de la escuela, y Pierre Morhange, un niño de rostro angelical pero de temperamento diabólico. Sin embargo, no todos los estudiantes son malévolos, como el pequeño huérfano Pépinot, quien continuamente asegura a todo el mundo que su padre irá a buscarlo el sábado. El director de la escuela, estricto, sádico y antipático Rachin cree firmemente en la teoría de «acción-reacción», y junto con el maestro Chabert administra castigos corporales y tiempo de confinamiento de modo regular, pero sus métodos son poco efectivos.
Después de varios intentos infructuosos de disciplinar sin violencia a sus estudiantes, Mathieu decide intentar llegar a ellos a través de la música. Transforma sus clases en los ensayos de un coro y enseña a los chicos sus composiciones originales. Cuando su método parece empezar a rendirle frutos sus esfuerzos son perturbados por Mondain, un recién llegado quien, aunque no está oficialmente loco, es un caso borderline con un temperamento extremadamente violento y actitud anti-social. Su descarada ignorancia de las reglas pronto hace que parte de el resto de los alumnos le sigan. Mientras tanto, Morhange es perturbado por lo que el percibe que es una naciente relación entre su madre soltera Violette y Mathieu, quien le ofrece apuntar al chico en un conservatorio en Lyon. Con el tiempo, Mondain es acusado de robo y se lo lleva frente a la policía. Cuando Mathieu descubre la verdadera identidad del ladrón, urge a Rachin a que se retiren los cargos contra Mondain, pero el despreciativo director rechaza hacerlo. Despide a Mathieu después de que él organice una excursión con los niños en su ausencia, incluso cuando se libraron del daño serio de un fuego iniciado por el vengativo Mondain mientras estaban lejos de la escuela. Ya sabemos para entonces cómo Mathieu influyó en la vida de Pierre Morhange; qué efecto tendrá sobre el futuro del pequeño Pépinot se revela en los momentos finales de la película. Se lleva consigo al partir a Pépinot, un sábado.